Chile, conocido desde hace mucho tiempo por su vino, se ha convertido ahora en un destino establecido para los viajeros de aventura tras la expansión de sus parques nacionales y la atracción de más visitantes a la Patagonia.
El gin chileno, dicen sus creadores, puede servir como un puente entre estos dos puntos de marketing, aprovechando la reputación de Chile como productor de alcohol distintivo y embotellando efectivamente su naturaleza salvaje.
Por Amelia Nierenberg, The New York Times.
Comments